Desde el lunes hasta hoy miércoles 21 de marzo, Zaragoza acoge el III Seminario regional sobre el agua y el desarrollo sostenible en el Mediterráneo promovido por el llamado Plan Bleu dentro del Plan de Acción del Mediterráneo auspiciado desde 1975 por Naciones Unidas y la Unión Europea para la recuperación integral de la cuenca Mediterránea y el desarrollo sostenible de sus países ribereños.

Nadie ya cuestiona la conclusión que se reitera en los informes de Naciones Unidas de que no hay crisis del recurso agua que lo que hay es crisis en su gestión, de aplicación por supuesto a la cuenca Mediterránea, donde siempre se han mantenido planteamientos que hacían del agua un recurso limitante e incluso determinante de ciertos tipos de desarrollo. En particular de los que se hacen al margen de las condiciones que podríamos llamar de escasez del recurso e incluso de sequía, que ahora, y más con las perspectivas del Cambio Climático deben considerarse como la norma y no la excepción.

Es muy posible que en estas condiciones de gestión de la escasez no sea más rico en agua el país o región que más agua tiene sino el que menos necesita, el que es capaz de plantearse desarrollos en los que el uso eficaz y eficiente de los recursos disponibles consigue sacarle más partido, más valor añadido, más PIB y sobre todo más calidad de vida a cada metro cúbico de agua disponible.

Las claves del futuro del agua son tan simples como la racionalización de la demanda y la optimización de la oferta, es decir realizar un ejercicio iterativo de ajustes de perfeccionamiento continuo entre los recursos disponibles y los utilizados, para finalmente hacer más desarrollo, más calidad de vida, con menos agua por unidad de PIB o de progreso.

Estos días se habla en Zaragoza de cómo transformar el desafío de la escasez de recursos hídricos en una oportunidad en particular en la cuenca del Mediterráneo, donde el desafío es más acuciante ya que en esta zona se concentra el 60% de la población mundial que sufre escasez de agua, y en esta zona la población crece aceleradamente, con una población de los países del sur y del este del Mediterráneo (de Marruecos a Turquía) que se ha duplicado en 30 años, y que se espera que sume 92 millones de personas más para el 2025, a lo que hay que añadir que el Mediterráneo como destino turístico preferido a nivel mundial acoja una población turística que alcanzó los 364 millones de personas a principios de siglo en las dos riberas y que podría aumentar en 273 millones más en el 2025 y en el que además si la tendencia se mantiene, más de seis millones de hectáreas, una extensión superior a la del territorio español, dependerán de la irrigación.

España, Zaragoza, Expo 2008 y dentro de ésta la Tribuna del Agua son los anfitriones de este evento, de este seminario que se espera sea un hito para avanzar en este tema básico de la gestión de la demanda, del uso eficiente del agua, y sobre todo en su traslado práctico al área Mediterránea como elemento clave para su desarrollo ahora y en el futuro y unido inexorablemente a su estabilidad. Y así, una vez más, el mundo volverá a avanzar con el Mediterráneo.

*Director de la Tribuna del Agua de Expo Zaragoza 2008