La exalcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, ha sido condenada a ocho años de inhabilitación para empleo y cargo público en el ámbito de la Administración Estatal, Autonómica y Local por el caso Urban Screens (se sufragó parte del festival de artes visuales con fondos municipales sin haber llevado a cabo un concurso público).

Además, según la sentencia, también se condena a los concejales de Turismo e Innovación, Francisco Torres y Víctor Santiago Tabares.

El delito es por prevaricación administrativa.

El juez también les condena al pago de las costas procesales.

El juicio contra los tres condenados se celebró el 4 de febrero. Según se relató ese día, la actividad, que se desarrolló en el año 2010 --era la segunda vez que se celebraba--, iba a ser en principio pagada a través del Consorcio Cáceres 2016 (se comprometió a aportar 60.000 euros); sin embargo los promotores --la empresa Avivart-- no lograron los suficientes patrocinadores como para hacer frente a la actividad y la entonces alcaldesa se ofreció para buscar la manera de financiar lo que restaba de la actividad con fondos municipales.

Según su declaración, Carmen Heras comentó lo ocurrido con los concejales Francisco Torres y Víctor Santiago Tabares --ellos desmintieron este extremo y aseguran que en ningún momento ella habló con ellos-- para pedirles que estudiaran si se podían imputar los gastos de esta actividad a los proyectos europeos que tenían esas concejalías (Netur, de Turismo, y Aldealab, de Innovación).

"Yo siempre he tenido la voluntad política de pagar a los proveedores, pero a ellos en ningún momento les dije que se les iba a pagar", aseguró la exalcaldesa (el ayuntamiento no se había comprometido a ello en el contrato privado, solo el Consorcio, responsable de aquel evento). Según Heras los concejales lo consultaron con sus técnicos, quienes les aseguraron que la operación que pretendía era factible. "Después yo ya no hago más, no me vuelvo a preocupar de los expedientes".

La solución que se adoptó fue fraccionar el pago, de tal manera que Turismo abonara los 9.600 euros que costó poner en marcha una página web que divulgaba el festival. Innovación pagó dos facturas de 11.994 euros, una por la proyección sobre la fachada de la Preciosa Sangre y otra sobre el Chalé de los Málaga. Aún falta una tercera factura, de 47.782 euros bajo el concepto de "proyecciones audiovisuales festival Urban Screens", de la que ninguna concejalía quiso responsabilizarse.

Según Carmen Heras, ella no volvió a saber nada de aquellas facturas hasta el último día de su legislatura, el 10 de junio del 2011. Ese día "se me pasan cuestiones a firmar, entre ellas una autorización que reconoce que la actividad se había realizado", señala (el documento provenía de Intervención). Ella lo firma, igual que hizo con las facturas imputadas a las dos concejalías: "La última firma la pone el alcalde pero ya viene estudiado de antes", señala Heras. Nunca tuvo duda de que aquello que hacían no era legal: "Yo lo dejé en mano de los concejales y los técnicos, confío mucho en ellos", dijo. Lo que sí aclaró es que ella "nunca" quiso favorecer a la empresa porque tuviera un interés especial.