Los examinadores de Tráfico se han manifestado hoy durante cinco minutos frente a las jefaturas de Tráfico de cada provincia y en algunos centros de exámenes para protestar por el aumento de agresiones al colectivo y pedir ser considerados autoridades públicas, como los médicos cuando son agredidos. Cada vez con más "asiduidad" los alumnos "pagan" sus suspensos con los examinadores, según los organizadores.

Tras participar en uno de los paros en Sevilla, el presidente de la Asociación de Examinadores de Tráfico de España (Asextra), Joaquín Jiménez, afirmó a Europa Press sentirse "muy satisfecho" con el seguimiento de la convocatoria, apoyada por la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) y el sindicato de profesores de formación vial de Andalucía.

"Esperamos que la DGT valore todo lo que está viendo y piense que algo de razón deberemos llevar", señaló Jiménez, quien subrayó que, en algunos casos, como en Sevilla, los paros fueron secundados no solo por los examinadores, sino también por el resto de trabajadores de la jefaturas provinciales de Tráfico.

PALIZA EN BARCELONA

El último caso de agresión a un examinador se produjo en Barcelona el pasado martes 6 de abril. En esa ocasión, una alumna que había sido suspendida por meterse en dirección prohibida, regresó más tarde al centro de exámenes acompañada de su novio y su hermana y, entre los tres, pegaron una paliza al examinador. "Lo que más le dolió fue la sensación de miedo de pensar que el primero o el segundo puñetazo podía ir acompañado de un navajazo", relató Jiménez.

Al ser considerados autoridades públicas, los examinadores creen que se frenarían las agresiones, ya que al agresor sería juzgado por la vía penal y no por la civil, con lo que la pena sería mayor. Además, los examinadores se quejan de que, según el régimen actual, solo tienen derecho a un abogado del Estado cuando son denunciados por alguien, pero no cuando ellos ponen la denuncia por una agresión.