El exdirector de Greenpeace España Juan López de Uralde y otros once miembros de este colectivo ecologista que irrumpieron en la cumbre mundial sobre el cambio climático que en el 2009 se celebró en Copenhague no deberán volver a prisión.

Un tribunal de la capital danesa les ha condenado a una pena condicional de prisión de 14 días. El juez ha rechazado la petición del fiscal de expulsar del país a los activistas y solo ha decretado una multa contra la asociación Greenpeace Nordic. Los once miembros del grupo ecologista estaban acusados de allanamiento de morada (agravado por una ofensa a la reina Margarita II, anfitriona de la gala en la que irrumpieron), falsificación documental y suplantación de autoridad publica.

El tribunal, formado por un jurado mixto, les ha considerado culpables de los tres delitos, aunque les ha absuelto del de ofensa a la reina, que no se aplica en Dinamarca desde hace 80 años. A la hora de fijar las penas, el juez ha tenido en cuenta las circunstancias en que se desarrollaron los hechos, que "fueron cometidos como parte de un acto político pacífico con el objetivo de crear debate". El tribunal también subraya que no se violó ningún derecho "esencial" durante la acción de los ecologistas.

En la vista final del juicio que se celebró el pasado viernes, el fiscal había pedido penas de prisión condicional de 60 días y multas de 3.000 coronas danesas (unos 400 euros) para diez activistas y de 70 días 5.000 coronas (671 euros) para otro que tenía antecedentes por varios casos de allanamiento anteriores. La multa solicitada por el fiscal para Greenpeace Nordic de 200.000 coronas (27.000 euros) quedó reducida a 75.000 coronas (algo más de 10.000 euros).

López de Uralde, ahora líder del proyecto político ecologista Equo y otros tres compañeros de Greenpeace burlaron el 17 de diciembre del 2009 la seguridad de la cena de gala que la reina de Dinamarca ofrecía a los jefes de Estado y de gobierno que asistían a la cumbre del clima haciéndose pasar por "jefe de Estado de la Madre Tierra", su esposa, un escolta y el chófer. A la entrada del banquete desplegaron una pancarta delante de las cámaras con el lema Los políticos hablan, los líderes actúan.

A raíz de esos hechos, López de Uralde permaneció en prisión preventiva 20 días y fue puesto en libertad con cargos, al igual que sus otros compañeros. El resto de condenados fueron acusados con posterioridad por colaborar en los preparativos de la acción.