Misión cumplida. Por una puerta parecida a la de una caja fuerte, los seis participantes en el más fiel simulacro de un viaje espacial a Marte realizado hasta la fecha salieron el viernes del simulador de una nave interplanetaria en el que han estado encerrados durante 520 días, en el Instituto de Problemas Biomédicos de Moscú. Un círculo limitado de familiares y responsables del proyecto Marte-500 les recibió con aplausos en su regreso a la Tierra.

"Marte-500 ha sido un éxito, aunque sea solo por el hecho de que ninguno de los miembros de la tripulación internacional lo abandonó", dijo el responsable del proyecto, el doctor Alexandr Suvórov. Su resultado más importante ha sido confirmar que el ser humano puede soportar un viaje de ida y vuelta a Marte. Vitali Davydov, subdirector de Roscosmos (la agencia espacial rusa), explicó que en el viaje real, previsto para el 2030, participarán solo cuatro personas. Eso se debe a la cantidad de recursos que se necesitarán.

Los voluntarios, los rusos Alexei Sitev, Alexandr Smoleevski y Sujrob Kamolov, el italocolombiano Diego Urbina, el francés Romain Charles y el chino Wang Yue, aparecerán ante la prensa el martes. Antes han de pasar tres días de cuarentena, en la que serán sometidos a detallados reconocimientos médicos.

En el interior del simulador había la misma composición del aire, presión y nivel de ruido que en una nave interplanetaria. Con reservas de varias toneladas de agua y comida, la tripulación vivió en el interior de cinco módulos espaciales de 180 metros cuadrados sin ventanas. El módulo de vivienda estaba provisto de una cocina con una mesa de comedor y unas minúsculas habitaciones forradas de madera de tres por dos metros para los tripulantes. Cada uno tenía cama, mesa y armario, retrete y una ducha, que solo pudieron usar una vez cada 10 días.

El experimento incluía el viaje, la incursión en Marte y el regreso a la Tierra. Solo tres de los seis tripulantes pisaron la superficie de Marte en tres salidas a un módulo que imitaba las condiciones del planeta rojo. Recogieron muestras de terreno, hicieron experimentos científicos y exploraron el entorno con un vehículo adaptado.