El consumo de aceite de oliva virgen ralentiza el crecimiento del cáncer de mama, según el estudio realizado por un equipo multidisciplinar de la Universidad Autónoma de Barcelona, que presenta en el XVI Certamen Internacional de Cine Médico, Salud y Telemedicina (Videomed) el doctor Eduardo Escrich, director de la investigación.

Escrich avanzó ayer el contenido de su conferencia y explicó que los estudios animales con tumores inducidos y el uso de dietas basadas en grasas vegetales del aceite virgen extra han demostrado "que se enlentece el crecimiento del tumor del cáncer de mama y se retrasa el curso clínico de la enfermedad".

Además, esta investigación ha puesto de manifiesto que a vista de microscopio los tumores inducidos en ratas y en células humanas de cultivo muestran "menor grado de malignidad" tras el uso del aceite, junto a estudios biológicos moleculares que han permitido ver cómo de beneficioso es este aceite para reducir la incidencia del cáncer de mama una vez detectado.

Escrich recalcó que las investigaciones se han basado en la reducción del crecimiento de los tumores y su menor grado de malignidad, lo que se conoce como prevención secundaria y que, actualmente, se trabaja en la prevención primaria, es decir, los posibles beneficios del aceite para que el cáncer no aparezca y sobre su incidencia en la metástasis.

El doctor recomendó consumir las grasas de forma que no superen el 30 o el 25% de las calorías diarias, equilibrando el consumo hacia el aceite de oliva virgen y las grasas de pescado y eliminando las que proceden de los saturados grasos animales y los aceites de semillas. En este sentido, añadió que el beneficio del aceite de oliva virgen se da si éste se consume en "poca cantidad y de mucha calidad".

Escrich estuvo acompañado en su comparecencia por el director general de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero, Alvaro González-Coloma, quien señaló que su organización ha sufragado estas investigaciones con el "objetivo fundamental de buscar una cura para el cáncer".