Los cinco expertos de la Organización Mundial de Salud (OMS) que estudian el brote de neumonía atípica en la provincia meridional china de Guangdong, origen de la epidemia global del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), consideran que la enfermedad podría haberse originado fuera de China, en contra de lo que se creía hasta ahora.

James Maguire, uno de los cinco médicos, señaló ayer que mantienen la hipótesis de que el origen de la enfermedad es un animal, pero que fue importado por China. De hecho, los primeros afectados chinos detectados en noviembre son personas que estuvieron en contacto con animales muertos, como carniceros.

Maguire, especialista del Centro para el Control de Enfermedades de Atlanta (EEUU), y sus cuatro compañeros se reunieron con expertos chinos de la Universidad Médica de Zhongshan, para poner en común sus datos. Concluyeron que el SRAS, como la gripe, no afecta de igual manera a todas las personas. En algunos pacientes se manifiesta como una dolencia grave e incluso mortal, pero en otros, como un resfriado fuerte.

En China, donde según la OMS se han producido más de 2.000 contagios y más de 70 fallecimientos, ayer se registró la primera víctima extranjera. Se trata del finlandés Pekka Aro, de 53 años, directivo del la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que cayó enfermo el pasadco 28 de marzo, cinco días después de llegar a Pekín, y cuya muerte fue anunciada por Liu Peilong, ministro de Sanidad.

En un intento de recuperar la confianza mundial, el presidente chino, Wen Jiabao, explicó que su Gobierno "está perfectamente capacitado para controlar la expansión de la epidemia".