El abandono de la alabada dieta mediterránea en la sociedad española en general y el sedentarismo, no son solo las causas del sobrepeso y la obesidad, sino que el problema es de “etiología multifactorial”, según el documento de consenso 'Obesidad y Sedentarismo en el siglo XXI ¿Qué se puede hacer?', elaborado por más de 30 de los mayores expertos en salud. No obstante, el coordinador del acuerdo, Gregorio Varela, catedrático de Nutrición de la Universidad CEU San Pablo y presidente de la Fundación Española de Nutrición (FEN), ha advertido en la presentación que la falta de ejercicio físico se manifiesta en cuatro de cada diez personas (41,3%) y ha recomendado comenzar el día desayunando bien, seguir una dieta y "socializarse" a la hora de comer y hacer ejercicio.

Los expertos, que piden que la prevención del sedentarismo y la obesidad sean incluidos en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, apuntan entre otros factores que deben analizarse para abordar el problema las horas de sueño, el empleo abusivo de ciertos fármacos, la disminución del hábito tabáquico, el fenómeno global de la migración, o el excesivo “confort térmico”. También proponen la necesidad de hacer revisiones sistemática de los estudios y programas llevados a cabo en España en los últimos años sobre "diferentes aspectos referidos al sobrepeso y la obesidad y sedentarismo e inactividad física".

Pocas legumbres y verduras

El documento de consenso, que se decanta por un abordaje multidisplinar en materia de investigación, observa en la alimentación habitual de los españoles bajos consumos respecto a las recomendaciones de cereales y derivados, verduras y hortalizas y legumbres. Por el contrario, advierte de un elevado consumo de carnes grasas, embutidos y en el límite superior a lo recomendado en azúcares sencillos. “Esto implica un perfil calórico desequilibrado”, apostillan.

Comer sin televisión

El documento hace hincapié en que en la prevención del sobrepeso y la obesidad, y el exceso de sedentarismo y la inactividad física, adquieren especial relevancia los aspectos sociales y consideran que a la familia, en sus diferentes estructuras, como el mejor modelo de aprendizaje para unos hábitos alimentarios y de estilos de vida adecuados y saludables.

En relación con el entorno familiar se recomienda en primer lugar evitar la presencia de televisión en el dormitorio infantil y juvenil. En segundo lugar, se debería evitar comer viendo la televisión, al mismo tiempo que se debería minimizar la exposición del niño-adolescente a los anuncios no adecuados.