Hacer extensivas las órdenes de alejamiento de las mujeres víctimas de violencia machista a sus hijos y modificar el uso que se hace de los puntos de encuentro familiar en los que se reúnen con los padres maltratadores, o incluso prohibirlo, son medidas que exigen los expertos para reforzar la protección de los menores

El Gobierno y las comunidades autónomas han acordado esta semana en la conferencia sectorial de Igualdad revisar cómo se utilizan los puntos de encuentro familiar en los casos de violencia de género con el fin de proteger a los hijos de las víctimas de posibles riesgos al estar en contacto con el agresor, y unificar sus criterios de uso en los distintos territorios.

ALEJAMIENTO DE LOS NIÑOS / Sin embargo, son varias las instituciones y organizaciones que han pedido que se actúe antes de que los niños tengan que acudir a estos centros para ver a sus padres, condenados por maltrato, esto es, que las órdenes de alejamiento que dictan los jueces para las mujeres víctimas protejan de la misma manera a sus hijos.

El Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Fernández Marugán, reiteró que un «maltratador nunca puede ser un buen padre» y que es necesario que se suspenda el régimen de visita de los hijos cuando se dicte un alejamiento de un agresor a su madre.

De la misma opinión es la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR). La responsable jurídica del Teléfono ANAR, Sonsoles Bartolomé, solicitó que cuando un juez otorgue una orden de protección a una mujer víctima de violencia machista, esa orden automáticamente se haga extensible a sus hijos. «Vemos que la violencia de género se sigue perpetuando a través de los hijos y su mayor vulnerabilidad nos lleva a hacer esta petición», dijo Bartolomé.

También la directora de la Fundación Mujeres, la abogada Marisa Soleto, defendió que la aplicación del alejamiento que se estipula para las madres conlleve automáticamente su extensión a los hijos.

El bajo porcentaje de retirada de la custodia y el régimen de visitas a los hombres condenados por maltrato ha llevado al alza del uso de los puntos de encuentro familiar como lugar en que estos sujetos recogen y ven a sus hijos. Su uso, a juicio de Soleto, tendría que ser «absolutamente erradicado en los casos de violencia de género».