En lo que se refiere a la lucha contra el sida, la ciencia avanza más rápido que la política. Los expertos científicos reunidos en Sydney en la cuarta Conferencia Internacional sobre Patogénesis y Tratamiento del VIH han abierto sesiones con un mensaje de desasosiego: es exasperante la lentitud con que sus hallazgos se ponen en práctica.

"La ciencia nos ha dado los instrumentos para prevenir y tratar el VIH de forma efectiva, pero el hecho de que no hayamos trasladado aún esta ciencia a la práctica es un fracaso vergonzoso", denunció Pedro Cahn, director de la Fundación Huésped de Argentina --que informa y educa sobre el sida-- y copresidente de la conferencia. "Menos de un tercio de las personas que viven con el VIH en países de ingresos bajos y medios tienen acceso a medicaciones que pueden salvarles la vida, y todavía menos tienen acceso a servicios de prevención probados, como preservativos o jeringuillas estériles".

La realidad es que los descubrimientos no se aplican, o se hace a medias, en países más afectados por la enfermedad, que son los africanos. Según el director del Fondo Global para la Lucha contra el Sida, el francés Michel Kazatchkine, solo 2,2 millones de afectados en el mundo reciben el tratamiento adecuado. "Son solo el 28% del total", explica. Los contenidos políticos de una conferencia concebida para tratar aspectos científicos preocupa poco a los participantes.