Las cabinas telefónicas no empezarán a desaparecer de las calles con el nuevo año y se salvan por el momento, al decidir el Gobierno, contra todo pronóstico, que sigan formando parte de las prestaciones incluidas dentro del servicio universal de telecomunicaciones. El real decreto que se aprueba hoy elimina la obligatoriedad de dos de las prestaciones incluidas dentro del servicio universal -las guías telefónicas y el servicio de consulta sobre números de abonado- pero, por ahora, mantienen las demás.

El Gobierno ha decidido prorrogar la situación actual y aprovechar la próxima trasposición a España del Código Europeo de las Comunicaciones Electrónicas para hacer un análisis más completo y exhaustivo sobre el modo en que ir retirando prestaciones del servicio universal de telefonía. Al no ser eliminadas las cabinas como servicio universal en el real decreto, Telefónica debe seguir prestando ese servicio, no incluido en el Código Europeo.

En España hay unas 16.000 cabinas y su mantenimiento depende de Telefónica, a la que el anterior Gobierno designó al quedar desierto el concurso convocado.