Extremadura es la tercera comunidad, tras Castilla-La Mancha y La Rioja, que es más solidaria con la Iglesia Católica a través del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF), ya que el 44% de las declaraciones marcan la casilla correspondiente para destinar el 0,7% de sus impuestos.

Es la cifra más alta desde el comienzo del actual sistema de asignación tributaria en 2007 y supone que 1 de cada 3 contribuyentes -el 32,3%- deciden marcar la casilla a favor de la Iglesia y aportan una media de 35 euros por persona con los que la Iglesia "puede hacer muchas cosas", tal y como ha informado el vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal, Fernando Giménez-Barriocanal.