La juez de Almendralejo Angela Murillo impidió ayer a un independentista asturiano juzgado en la Audiencia Nacional por estragos terroristas que se expresara en bable por no ser "una lengua cooficial", y alegó que ella, nacida en Extremadura, "también podría hacerlo en castúo" (el dialecto extremeño) pero no le "entenderían".

La jueza, presidenta de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal, adoptó esta decisión cuando el acusado, Fernando González Rodríguez, expresó su intención de "falar en lengua asturiana", y aseguró que, de no poder utilizarla, renunciaría a su derecho a declarar durante la vista, en la que se enfrentaba a ocho años de cárcel por colocar, en septiembre del 2005, un artefacto explosivo en la sede del PSOE de Infiesto (Asturias).

Su decisión provocó que la defensa presentara una protesta ante el tribunal, al que acusó de no permitir a su cliente "expresarse en su propia lengua".