Rodeado por sus acólitos, y en medio de un mutismo absoluto, el conocido como Papa Clemente falleció sobre las tres de la tarde del lunes en su retiro de El Palmar de Troya, una pedanía cercana a Utrera. Clemente Domínguez Gómez se hizo conocido a finales de los años 70 al promover una peculiar escisión de la Iglesia católica, creando la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz y autoproclamándose papa Gregorio XVII.

Aunque no ha trascendido la causa oficial de su muerte, ésta ha sido confirmada por el Registro Civil de Utrera y por el alcalde de la pedanía y se esperaba que sus restos mortales sean en las próximas horas en la basílica, pues así se ha solicitado en el permiso de enterramiento.