Discípulo y amigo de José Ortega y Gasset y de Xavier Zubiri, académico de la lengua y miembro de la Academia de Bellas Artes, premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 1996 e intelectual controvertido, todas esas facetas retratan al filósofo y ensayista Julián Marías, que falleció ayer en Madrid a los 91 años. Hacía ya algún tiempo que Marías se encontraba recluido en casa con problemas de movilidad. El pensador era padre del también escritor Javier Marías, y de otros cuatro hijos.

Julián Marías nació en Valladolid en 1914 y cursó sus estudios en la Universidad de Madrid. Católico ferviente, la guerra civil le pilló en el lado republicano. Fue denunciado posteriormente y perdió su cátedra. De ahí data el ostracismo al que le condenó la universidad franquista. En 1976 fue nombrado senador por designación real. Con todo, el pensamiento de Marías fue el de un hombre conservador. España inteligible , Persona y La perspectiva cristiana son algunos de sus libros destacados. Entre sus grandes aficiones se contaban el cine. Su lema fue: "Por mí que no quede".