Una mujer falleció ayer al mediodía en Palma al caerle encima una palmera arrastrada por el fuerte viento. Los sanitarios trataron de reanimar a la víctima durante varios minutos, pero sus esfuerzos fueron baldíos. Las fuertes rachas de viento que azotaron la isla y que alcanzaron los 80 kilómetros por hora provocaron el fatal accidente.

La víctima, de unos 37 años y nacionalidad brasileña, se dirigía a misa a la catedral, junto a su hija de 10 años y su pareja. El hombre y la niña caminaban detrás de ella cuando una palmera se le cayó encima arrastrada por una fuerte racha de viento. La víctima quedó tendida en el suelo inconsciente.

Los sanitarios comprobaron que la mujer se encontraba en parada cardiorrespiratoria y trataron de reanimarla durante varios minutos. Sin embargo, sus esfuerzos fueron vanos y falleció. La hija de la fallecida, de 10 años, también precisó asistencia médica ya que quedó en estado de shock tras presenciar el fatal accidente. Tanto la pequeña, como el novio de la víctima, cuentan con el apoyo de un psicólogo, activado por el 112.

La mujer residía en Brasil hasta hace seis meses, cuando se trasladó a Mallorca con la intención de casarse con su pareja. Agentes de la Policía Nacional han abierto una investigación para esclarecer las causas que han provocado el accidente.

14 PROVINCIAS EN ALERTA / Fue el acontecimiento más trágico que provocó un temporal que azotó además con fuerza a la costa cantábrica y el nordeste peninsular. Y es que, además de Cantabria y Mallorca, comenzaron el domingo en alerta naranja por los mismos riesgos Asturias, Almería, Granada, Albacete, Tarragona, La Coruña, Lugo, Vizcaya, Guipúzcoa, Murcia, Valencia y Castellón.

El temporal provocó que el 112 Cantabria abriera 137 incidencias, la mayoría de ellas por caídas de ramas, cables, árboles y averías de luz. En Vizcaya los daños fueron materiales, principalmente por la caída de árboles, lo que hizo movilizar a los efectivos disponibles en los ocho parques de bomberos del territorio, que solo durante la mañana llevaron a cabo cerca de un centenar de intervenciones. En esta provincia, en el cabo de Matxitxako se registró durante la madrugada del domingo rachas de viento de hasta 169 kilómetros por hora.

En Asturias, por su parte, se contabilizaron 253 incidentes en 46 concejos de la región: cortes y limpiezas de carreteras y retirada de elementos peligrosos por la caída de árboles, fundamentalmente.

El viento y la lluvia causaron casi 150 incidencias en Galicia: la más afectada fue la de La Coruña con 70 incidencias, seguida de la de Lugo con 31, la de Pontevedra con 30, y seis contabilizados en la provincia de Ourense.

Cataluña continúa en situación de alerta por las fuertes rachas de viento, que en la zona de Mont-roig del Camp superan los 100 kilómetros por hora. En total, los Bomberos de la Generalitat atendieron alrededor de 600 avisos hasta el mediodía. En Tarragona, un árbol que había caído por el viento en la vía obligó a cortar la circulación ferroviaria entre Mont-roig del Camp y Cambrils, lo que afectó al paso de trenes de las líneas RT2, R16 y el Corredor mediterráneo.

Además, el servicio de Emergencias 112 de Castilla y León tuvo que atender más de 70 incidencias, mientras que en Madrid, en la capital y en municipios de la sierra, el 112 gestionó durante la mañana del domingo 146 expedientes, la mayoría de poca relevancia.

Para hoy, según la Aemet, la situación mejorará, aunque seguirán previsiblemente en alerta naranja provincias como La Coruña, Lugo, Asturias, Vizcaya, Guipúzcoa y Cantabria.