Dos tiros en el pecho acabaron con su vida. Ni las puertas ni las ventanas de la vivienda habían sido forzadas. Solo dos sillas, fuera de su lugar y una frente a la otra, delataban que otra persona, posiblemente un conocido, había estado el domingo por la noche en la casa del ejecutivo. En estas extrañas circunstancia fue encontrado el cuerpo de Andrés Toro el pasado lunes. Tenía 59 años y un delicado trabajo: ser el responsable de ejecutar los cobros de morosos y la recuperación de créditos del BBVA en Andalucía, una actividad en auge en estos tiempos de crisis para muchas familias y empresas españolas.

La Guardia Civil de Sevilla investiga este misterioso asesinato, ocurrido en una acomodada urbanización de Bollullos de la Mitación. La principal hipótesis que se baraja es un ajuste de cuentas relacionado con el trabajo de la víctima. El hecho de que los accesos de la casa no fuesen forzados ni tampoco el interior estuviera revuelto relega a un segundo plano la posibilidad de un robo. Los investigadores piensan que el asesino podría ser un conocido del ejecutivo al que dejó entrar o que incluso contara con llaves de la vivienda. La posición de las dos sillas sugiere que la víctima y el verdugo mantuvieron una conversación. El cuerpo fue hallado tendido en el suelo del salón por un compañero del ejecutivo que, extrañado por su ausencia del trabajo, acudió a la vivienda.

DOS PETARDAZOS La víctima, que tenía dos hijos, estaba separado y vivía solo. Un albañil que trabajaba el domingo en una obra cercana al chalet comentó que un vecino del fallecido escuchó ese día "dos tiros que le sonaron como a dos petardazos", aunque "no le dio importancia". Toro fue enterrado ayer en presencia de sus compañeros y amigos, que tenían bastante clara la causa de la muerte: "Pensamos que es debido al cargo que desempeñaba", aseguraban muchos de ellos.

La autopsia que se le practicó el pasado martes revela que recibió dos impactos de bala en el pulmón efectuados con un arma corta que no ha aparecido. El juzgado de instrucción número 1 de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) ha decretado el secreto de sumario, mientras que el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, consideró que los resultados de la autopsia serán fundamentales para "para poder empezar una investigación rigurosa y científica".