Marimar fue ayer con sus dos hijos desde Gálvez (Toledo) a Getafe (Madrid) a recoger a su hermana y a su madre para que la familia, originaria de Extremadura, pasaran unos días de vacaciones en el pueblo toledano. De regreso, en la última recta, su coche chocó de frente contra otro que estaba adelantando, conducido por un joven constructor de 30 años. El impacto, debido a un adelantamiento antirreglamentario, causó la muerte a los seis, según señaló la Dirección General de Tráfico (DGT).

La hija de Marimar, la única de los seis que no murió porque salió despedida del coche, fue trasladada a un hospital toledano donde falleció pocas horas después.

Ocurrió en una larga recta de varios kilómetros que une Polán con Gálvez, a 24 kilómetros de Toledo, en un punto en el que no hay cambio de rasante y existe un arcén de un metro antes de una cuneta.

DOS DIAS DE LUTO Marimar era una mujer trabajadora de 39 años y recién divorciada que vivía con su hija de 9 años y su hijo de 5 en la localidad de Gálvez, en la misma casa a la que se trasladó hace unos once años cuando llegó desde Getafe a este pueblo para trabajar como empleada del Ayuntamiento. Sin embargo, actualmente era empleada de una empresa de servicios tanatorios en varios pueblos de Toledo. El ayuntamiento de la localidad decidió en un pleno extraordinario decretar dos días de luto oficial, además las banderas del consistorio ondean a media asta y con crespón negro.

La casa de Marimar estaba en venta y José Antonio, vecino de las víctimas, dijo que tenía un problema a la hora de con quién dejar a los niños desde que se separó. Así, la víctima habría pensado en regresar a localidad madrileña de Getafe.