Eterrorífico error profesional® que el lunes acabó en el hospital Gregorio Marañón con la vida de Rayan, el hijo de la primera víctima mortal de gripe A en España, ha levantado ampollas en el sector sanitario y dejado al descubierto las deficiencias en la sanidad de Madrid. Dalilah, la madre del bebé al que fatalmente se le inyectó suero lácteo, también murió en el mismo centro tras haber acudido a urgencias una vez y otra al hospital de Fuenlabrada (Madrid) sin que le fuera diagnosticada la enfermedad.

Tras el excepcional caso, que ya está en manos del juez y que investigan también el propio hospital, el Consejo General de Enfermería y el Defensor del Pueblo, todas las miradas se han vuelto hacia el equipo de enfermeras de la unidad de neonatología. Tal es la presión que la presunta responsable de haber suministrado la alimentación láctea por vena permanece sedada. Es la única apartada del servicio,según informó el consejero de Sanidad, Juan José Güemes, que ayer se reunió con ella en el hospital y que sostiene que se trata de una persona "extraordinariamente formada". La enfermera tiene 23 años, llevaba un año en la unidad de críticos y 8 meses en el materno infantil, aunque --según confirmó la consejería-- era su primer día en la uci de neonatos.

El fallo, "inexplicable" y "dificíl de entender", ha sembrado la alarma entre los ciudadanos. "Si en la uci de neonatos de un hospital de referencia como el Gregorio Marañón son capaces de introducir leche en la vena de un bebé hasta producirle la muerte, es fácil que se tenga la sensación de que en la sanidad pública madrileña pueda suceder cualquier cosa, a cualquiera, en cualquier momento", comentó Carmen Flores, presidente la Asociación El Defensor del Paciente.

Los sindicatos y el colegio de enfermería defienden que la negligencia sea investigada pero creen que, por la gravedad del caso y lo increíble del error, las responsabilidades inmediatas tendrían que ir más allá. "La culpable es la política continuada de desregulación, privatización y desmantelamiento de la sanidad pública", defendió CCOO. En el propio Gregorio Marañón se van a rescindir 500 contratos y se prevén un total de 2.000. CCOO abundó con esta regla de tres: a mayor dificultades externas (contrataciones precarias, presión asistencial, eventualidad, plantillas insuficientes), mayor índice de error. Su portavoz, Ana González, comentó que en la uci donde murió Rayan hay 16 profesionales, 8 de ellas temporales y dudó de que la selección se haga "de la forma más adecuada en servicios especialmente sensibles".

A UGT no le consta que la saturación de la unidad permita establecer una relación causa-efecto con el fatal error.

AGUIRRE, CONSTERNADA La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que visitó ayer al padre de Rayan, se declaró personalmente consternada y abrumada. Admitió que lo ocurrido "realmente tiene una explicación muy difícil", pero anunció que la muerte del pequeño será investigada "hasta el final" porque "debe haberse producido una serie de fallos en cadena" y "debe hacerse justicia".

La coordinadora de trabajadores de la sanidad pública, registró hace 15 días en el Congreso 400.000 firmas contra la "brutal privatización" de la sanidad madrileña. "Se ha comenzado por los hospitales y se acabará con la atención primaria", alertó su portavoz, Angel Navarro.

En la "ola privatizadora de la sanidad pública", denunciada, la Comunidad de Madrid ha abierto 7 nuevos hospitales el último año. ¿Resultado? Han descendido las camas disponibles en relación con el aumento de la población. "Cada mes cierran entre 90 y 100 camas en los tradicionales", dijo Javier González, de la Asociación para la Defensa de Sanidad Pública.

El Defensor del Pueblo ha recogido en su informe cientos de quejas sobre este deterioro. Pone ejemplos que dejan malparada a Aguirre. De cada 9 casos de demoras excesivas en España, 7 ocurren en Madrid: 8 meses para una consulta de oftalmología en La Paz, otros 8 para una prueba en el Puerta de Hierro..