Varios vecinos de la finca situada en los números 408-412 de la calle de Castillejos de Barcelona vivieron ayer una mañana de año nuevo atípica, triste y angustiosa. Fueron los que accedieron, a oscuras --el suministro permanece cortado--, por turnos y con los bomberos, a sus domicilios para recoger sus enseres personales ante lo que se presume será una ausencia de algunos días. Un incendio en uno de los pisos del entresuelo causó, el jueves, la muerte por intoxicación de humo de cuatro personas, todas de una misma familia, cuando trataban de huir del piso por la escalera. La policía científica sigue investigando las causas del incendio, aunque a falta del informe pertinente todo apunta a que pudo deberse a un fallo eléctrico.

El fuego se inició pasadas las cuatro de la madrugada del día 31. Al detectar el humo, la familia que habitaba el cuarto primera trató de huir por la escalera. El padre subió al piso superior para advertir del peligro a sus vecinos. Eso le salvó la vida, ya que Eliseo Zurita, vecino de la quinta planta, le retuvo en su domicilio, ante el peligro de que muriera intoxicado por el humo. Exactamente lo que les sucedió a su mujer, de 57 años, a sus dos hijos, de 27 y 29, y a la novia de su primogénito, de 20. "Estaba aturdido y ahogado. Lo metí en casa, pero el resto de su familia quedó ahogada en las plantas de abajo mientras trataban de escapar", contó Zurita de su vecino.

REFUGIO EN LA VENTANA Naveed, un paquistaní de 30 años residente en la cuarta planta, acudió a la ventana para escapar del humo que invadía la mayoría de las viviendas. Allí permaneció colgado varias horas, incluso después de que los bomberos extinguieran las llamas, informa David Placer.

En Perú, de donde eran originarias todas las víctimas menos la joven de 20 años, que era española, la familia reaccionó con dolor a la noticia y pidió la repatriación de los cuerpos. El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, se puso en contacto con las autoridades consulares para ofrecer la ayuda de la corporación local.

En el edificio viven medio centenar de personas, todas de alquiler, pues el bloque pertenece a un solo propietario. Esta peculiaridad, según fuentes municipales, puede ayudar a resolver los trámites con mayor rapidez.

El próximo lunes el propietario, los bomberos y representantes de la aseguradora recorrerán el edificio para evaluar los daños, paso previo a las obras de reparación. Mientras, una decena de los 50 afectados duermen en pisos de propiedad municipal, y el resto lo hace en domicilios de familiares y conocidos.

De las siete personas trasladadas a centros sanitarios, una mujer de 71 años sigue ingresada por intoxicación de humo, pues sufre bronquitis crónica, aunque su estado no es grave.