Eran incompetentes". Así calificó Joan Capdevila, portavoz de la familia Feliu durante el tiempo que duró el secuestro de la farmacéutica, a los secuestradores por su impericia a la hora de planificar la entrega del rescate.

El padre de Maria Angels, Tom s Feliu de Cendra, también compartió esta impresión: "No sabían cómo hacer el trueque entre víctima y dinero; eso no se lo habían estudiado". El anciano, de 84 años, dejó claro ante el tribunal su intención de pagar a los secuestradores.

Feliu de Cendra apuntó, contundente: "Hubiéramos pagado cualquier cantidad, lo que nos hubieran pedido". Sin embargo, pese a tener preparado el dinero, el patriarca de la familia Feliu reiteró que nunca se había llegado a efectuar ningún pago. "Si hubiéramos pagado, no tendríamos ningún problema en reconocerlo", dijo para salir al paso de las hipótesis, nunca confirmadas, de que la familia pagó y no quiso hacerlo público.

La quinta sesión de la vista oral por el secuestro de la farmacéutica de Olot (Garrotxa), que se celebra en la Audiencia de Girona, se invirtió en la declaración del padre de la víctima, el portavoz de la familia, el exmarido de Maria Angels y una íntima amiga.

Tom s Feliu de Cendra, con una actitud decidida pero con evidentes problemas de audición, no escatimó explicaciones. El padre de la farmacéutica hizo hincapié en la intención de pagar el rescate, pero también reconoció su preocupación por ser víctima de una estafa ante algún desaprensivo que se hiciera pasar por secuestrador.

"Estábamos preparados para pagar pero queríamos garantías de que se trataba de los verdaderos secuestradores", explicó el padre, para añadir que, sobre todo en los primeros contactos, siempre avisaron a la Guardia Civil.

El patriarca, que se enteró de que habían secuestrado a su hija una hora después, rememoró que, a los pocos días, él mismo acudió a una de las primeras citas. "No llevaba el dinero, solo quería hablar con ellos pero me llevé una muda y unos jerséis por si también me cogían a mí".

El portavoz de la familia hizo hasta siete desplazamientos para intentar pagar.