Jonathan Guisado, pareja de Ithaisa Suárez y padrastro de Yéremi Vargas (desaparecido a los siete años en marzo de 2007 cuando jugaba en un descampado cerca de su casa en la localidad de Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria)), ha esperado que el sospechoso por la desaparición, Antonio Ojeda, ponga "punto y final" al sufrimiento de la familia.

"Tenemos mucha impotencia por no poder decirle a este hombre lo que realmente sentimos y el daño que nos está haciendo", dijo este miércoles en declaraciones a los medios de comunicación minutos después de que Ojeda entrara en el Juzgado de Instrucción Número 2 de San Bartolomé de Tirajana para declarar ante el juez.

En este sentido, hizo especial hincapié en el sufrimiento que ha acumulado la familia en todos estos años. "No es vida... y él puede poner punto y final", aseveró al tiempo que se mostró esperanzado en que el sospechoso confiese ser el autor de la desaparición.

Guisado agregó aquí que de una persona como Ojeda, que lleva nueve años "atormentando" a la familia, no se puede esperar nada. "Fue el que se llevó al niño seguro. Segurísimo", indicó.

Cuestionado sobre cómo está Ithaisa, dijo que está "destrozada". "Se quedó en la casa porque le es imposible venir. Ya me es difícil a mi, pues imagínate a ella", matizó.

Además, respecto a que Ojeda no haya dicho nada sobre su supuesta responsabilidad en la desaparición de Yéremi, dijo que es lo más "sucio" que puede haber. "Es una persona mala --concluyó--. No es un enfermo, es una persona muy cuerda y muy inteligente".