Andreu Van den Eynde, el abogado de las familias de la mayoría de las 12 personas que murieron atropelladas por un tren en Castelldefels el 23 de junio del 2010, anunció ayer que solicitará al juzgado de Gavà que investiga el suceso la elaboración de un informe pericial independiente y la declaración de los testigos presenciales del accidente.

La Sección Sexta de la Audiencia de Barcelona ha acordado reabrir el proceso judicial, que fue archivado el 30 de julio pasado.

El tribunal señala en su auto que se han conculcado los derechos de las víctimas, que no pudieron proponer las diligencias de investigación pertinentes para defender sus tesis, ni conocer en profundidad la causa.

Los magistrados sostienen que el archivo del proceso se realizó pocos días después de haberse levantado el secreto de sumario, lo que impidió que las acusaciones pudieran "tomar conocimiento efectivo de las actuaciones y ejercer el derecho de contradicción". Ni tan siquiera, agrega la resolución, el juzgado convocó a los autores de los informes para que ratificaran sus conclusiones.

El juzgado archivó el proceso al entender que el siniestro se debió a "una actuación imprudente y temeraria" de los fallecidos, todos extranjeros, que cruzaron por la vía del tren.