El príncipe Felipe hizo ayer un llamamiento a ser positivos ante los tiempos de crisis y "fortalecer" las instituciones para "articular las soluciones que esperan los ciudadanos" durante la tradicional entrega de los Premios Príncipe de Asturias. "Se ha demostrado que España sabe superar los momentos más críticos", animó el heredero en la parte final de su discurso, centrado en la crisis y que cerró una ceremonia a la que asistieron innumerables autoridades de distintos países, entre las que se encontraban la reina Sofía y tres ministras del Gobierno, además del Príncipe, acompañado por la princesa Letizia.

En un teatro Campoamor abarrotado por más de 1.500 personas, el Príncipe apostó por la necesidad de una economía "más competitiva" y "eficiente" que sea capaz de generar empleo y también invitó a "buscar la moderación donde haya habido excesos, y ética donde haya habido abusos".

Felipe, que apeló al espíritu de la transición para superar la crisis, tuvo palabras de reconocimiento para los galardonados en las ocho categorías de los premios, y expresó una admiración especial hacia la selección española de fútbol. "Con la Roja nos hicisteis sentir la emoción y el orgullo de ser españoles y la gallardía de pertenecer a una gran nación", dijo, dirigiéndose al seleccionador español, Vicente del Bosque, que tuvo el detalle de invitar a la recogida del premio a su antecesor, Luis Aragonés, con el que la selección consiguió la Eurocopa. Del Bosque volvió a resaltar las cualidades humanas de sus jugadores. "El grupo al que represento reúne todas las virtudes que un entrenador ha deseado siempre", resumió el seleccionador.

DIVERSIDAD SOCIAL Los galardonados en Letras y Comunicación, Amin Maalouf y Zygmunt Bauman, hicieron en sus declaraciones una exhortación al entendimiento mutuo, a "saber vivir juntos", y mostraron cierto pesimismo respecto de la expectativa de conseguirlo. Maalouf, primero en hablar, evocó "la diversidad" social, que a su juicio "no es ni una bendición ni una maldición", sino "una realidad". Propuso Maalouf una "labor prolongada de educación cívica", profetizó un "retroceso ético" y alertó: "No tenemos un planeta de recambio, solo esta veterana Tierra, y es deber nuestro protegerla y hacerla armoniosa y humana". Alain Touraine, que compartió el premio de Comunicación con Bauman, defendió: "Es necesario combinar nuestra defensa de la pluralidad de las culturas con el universalismo de los derechos fundamentales".