Los secuestradores de la farmacéutica Maria Angels Feliu estuvieron en el punto de mira en tres ocasiones antes de ser detenidos. En la vista celebrada ayer en la Audiencia de Girona se constató que la presunta implicación del policía local Antoni Guirado se conocía desde 1995, pero la descoordinación de los diferentes cuerpos policiales y de la fiscalía desorientó a los investigadores, que creían que los culpables eran Joan Casals y Xavier Bassa.

Los agentes de la Policía Nacional Rafael Márquez y Antonio Sánchez explicaron en 1995 al entonces fiscal jefe, Carlos Ganzenmüller, que Guirado podría estar relacionado con el caso, recordaron ayer. Sin embargo, el representante público hizo caso omiso.