Una oreja cada uno cortaron Antonio Ferrera y Rubén Pinar en Pamplona, en una corrida en la que las mayores lisonjas son para los de Fuente Ymbro, cuyos toros fueron el punto de partida de ambos triunfos. Miguel Angel Perera, que reapareció en Teruel, tras la cogida de Burgos, cortó otra oreja, informa Efe.

El extremeño Ferrera: metisaca, dos pinchazos y estocada (silencio); y estocada y descabello (oreja tras aviso). Con el primero se limitó a estar bien en banderillas pero abusando de carreras y recortes que en cierto modo no le hicieron ningún bien al astado. El segundo lo banderilleó con su acostumbrada facilidad, y cuando se acoplaron aquello tuvo cierta usía. Ferrera volvió por sus fueros de torero de ferias importantes. Y es posible que la oreja le sirva para coger de nuevo ese crédito.