Dolce & Gabbana ha llevado su pataleta al límite. La firma de moda ha decidido retirar todas sus campañas del mercado español como respuesta "al clima de censura" que dice haber sufrido en este país después de que el Gobierno lograra la retirada de un polémico anuncio que fue tildado de "vejatorio" con las mujeres. Con la supresión de todas las publicidades, los italianos aseguran "proteger la libertad creativa que siempre ha caracterizado a la marca", y animan a seguir el mismo camino a los demás diseñadores "que hayan sido centro de críticas por motivos similares", en referencia a Armani, acusado por el Defensor del Menor de Madrid de fomentar el turismo sexual en un anuncio de ropa infantil.

El resquemor de Domenico Dolce y Stefano Gabbana hacia España se acentuó la semana pasada, cuando se vieron obligados a retirar su anuncio de todo el mundo. Los chuzos habían empezado a caer de punta días antes por debajo de los Pirineos, pero los modistos reaccionaron y suprimieron el espot del mercado español, no sin acusar al "atrasado" Gobierno de Zapatero de "no entender el arte". El problema fue que la tormenta se trasladó a Italia y a los diseñadores no les quedó más remedio que poner punto en boca y eliminar la campaña.

"España no solo ha sido el primer país que ha hecho acusaciones ilegítimas, sino que ha dado pie a polémicas en otros países", afirmaron ayer los diseñadores. Por eso han suprimido todas sus campañas como reacción a la "censura", una situación que niega el Instituto de la Mujer, que ayer mismo les respondió y dijeron, la libertad de expresión es un "derecho constitucional pleno", cuyo único límite es el ejercicio de los derechos de los demás. Además, "el ordenamiento jurídico considera ilícita la publicidad que atenta contra la dignidad de la mujer".

A su juicio, en España se quieren leer en todas partes mensajes negativos, "incluso donde no existen", por lo que ha animado a sus compañeros a seguir sus pasos y no anunciarse. Un mensaje dirigido a Armani, en cuyo anuncio aparecían dos niñas de rasgos orientales, una maquillada y otra en biquini. Ayer dijo estar sorprendido y que jamás habría pensado que alguien pudiera ver "malicia" en la imagen.