Es la última aria del canto del cisne que está entonando la casa italiana del lujo hortera. Tras desmarcarse de la semana de la alta costura de París y acumular una deuda de 118 millones de euros, Versace cierra ahora las tiendas que la firma tenía en Madrid y Barcelona, dentro de un plan de reestructuración a escala mundial, según informa Efe.

La firma, creada en 1978 por el asesinado Gianni Versace, sólo mantendrá abierto el establecimiento de Puerto Banús, en Marbella (Málaga), y su actividad se centrará en los puntos de venta propios que tiene en el interior de unos grandes almacenes en 10 ciudades españolas. Apostará básicamente por explotar las líneas de moda masculina, las que dan más dividendos a la empresa en España.