La Fiscalía ha mantenido hoy, en la última sesión del juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid, su petición de 43 años de prisión para el octogenario Manuel G.H., al que acusa de haber cometido un doble asesinato en el poblado del Pozo del Huevo (Villa de Vallecas) en julio de 2001.

La representante del Ministerio Público ha considerado probado que el acusado es "autor de los disparos" y las agresiones con arma blanca que provocaron la muerte al matrimonio formado por Emilio M.B. y Rocío I.M., en presencia de sus tres hijas menores.

El yerno del procesado, José Jorge D.A., "El Ñarro", ya fue condenado por estos hechos en 2005 por la misma Audiencia de Madrid y, según manifestó entonces la fiscal, no se dirigió acusación hacia Manuel G.H. porque éste se encontraba en Portugal y quedaba pendiente su extradición.

Según la representante del Ministerio Fiscal, sobre las 00:30 horas del 3 de julio de 2001, el procesado, en compañía de su hija y su yerno, se dirigió a la chabola del poblado marginal -demolido en 2002- en la que vivía el matrimonio asesinado, donde les esperaron.

Cuando el matrimonio y sus hijos llegaban al domicilio en un vehículo, el acusado y su yerno se aproximaron "con ánimo de acabar con la vida de ambos cónyuges, y tras intercambiar un saludo con éstos, repentinamente utilizando armas de fuego, navajas y palos, le produjeron múltiples heridas que les causaron la muerte".

Según relató en la vista de ayer una testigo protegida, en el poblado se escucharon al menos seis disparos, los gritos de las víctimas y finalmente, el ruido de dos vehículos que emprendían la fuga.

Otro testigo aseguró que, a una distancia aproximada de 200 metros, pudo ver al acusado empuñando una escopeta.

En la furgoneta en la que fueron encontrados los fallecidos, los agentes encontraron casquillos de bala, cartuchos de escopeta, el cristal trasero roto y anchas de sangre y huellas, entre las que, según el abogado de la defensa, Oscar Pérez, se registraron las de "El Ñarro", pero no las de Manuel G.H.

Pérez ha estimado que entre los testimonios de los testigos protegidos "no hay consonancia" y que su cliente está sentado en el banquillo de los acusados "por meros indicios", ya que los testigos no le identificaron en las fotografías que les mostró la Policía.

Además, ha insistido en que el autor de los disparos no fue Manuel G.H. "en ningún caso" y ha solicitado para su cliente la libre absolución. El abogado ha dudado de que el móvil del doble asesinato fuera el enfrentamiento entre el clan de "los gallegos" o "los portugueses", al que pertenece la familia del acusado, con el de "los mosqueteros", a quienes pertenecían los fallecidos, como se ha considerado a lo largo de la investigación.

"Podríamos encontrarnos ante un ajuste de cuentas en El Pozo del Huevo, que es un poblado chabolista de paso hacia Las Barranquillas, 'hipermercado' de la droga en Madrid", en el que su cliente, según ha dicho Pérez, "no tendría nada que ver".