La Fiscalía Anticorrupción recurrirá la imputación de cinco mandos (dos cabos, dos sargentos y el subinspector Antoni Salleras) y un agente de los Mossos d´ Esquadra a los que el juez de Barcelona Joaquín Aguirre atribuye haberle ocultado información en una investigación abierta por una presunta trama de narcotraficantes y haber avisado a los sospechosos de que estaban siendo vigilados. Las declaraciones están previstas para martes y miércoles de la semana próxima en la Ciutat de la Justícia.

El fiscal considera que los agentes ahora imputados no han cometido los delitos que el juez les atribuye, entre ellos revelación de secretos, encubrimiento y ocultación de documentos. En un principio, los dos sargentos y el agente comparecieron en el juzgado hace unos días como testigos, pero nada más empezar su declaración el juez la suspendió al considerar que debían ser interrogados como imputados, como la semana próxima se hará. La fiscalía ya se opuso entonces a esta medida.

El magistrado estima que los mossos no investigaron una parte de la presunta red de narcotraficantes y protegieron a algunos sospechosos, entre ellos supuestos confidentes de la policía autonómica. Los indicios contra los mossos se basan en tres conversaciones telefónicas interceptadas por los agentes de las que se desprende "con cierta claridadO que cuatro personas se ±dedicaban al tráfico de drogas" y que no fueron transcritas por los policías encargados de la investigación, que tampoco dieron cuenta al juzgado. En una se habla de la confección de paquetes que podrían tener droga.

La fiscalía sostiene que corresponde al juez escuchar las conversaciones interceptadas y elegir las más relevantes para la causa. Sin embargo, para el magistrado este aspecto es una "garantía" establecida en favor de los escuchados.