Una muerte "cruenta" e “injustificada”. Así tacha la Fiscalía de Almería la actitud de dos jóvenes de 19 y 22 años que fueron detenidos el pasado mes de enero por matar a 79 lechones de la explotación porcina en la que trabajaban. El más joven empezó a saltar sobre ellos aplastándolos al dejarse caer con todo su peso, mientras el otro grababa la escena entre risas y poco después la difundía en las redes sociales. Ahora, el ministerio público les acusa de los supuestos delitos de daños y maltrato a animal doméstico. El ministerio público solicita un año de cárcel para el autor material de los hechos y 18 meses para su compañero, al que reprocha que “no hiciera nada” por impedirlo y además lo grabara.

Las imagenes de los lechones aplastados corrieron como la pólvora por internet. Los animales apenas tenían una semana de vida. Ambos jóvenes realizaban trabajos en la finca, ubicada en Huércal-Overa y, según contaron después ante el juez, procedían a cambiarlos del receptáculo donde estaban con sus madres a un espacio aparte para el destete. Cuando los animales estaban en el pasillo, atrapados entre los muros y las puertas de ambos espacios, uno de ellos, D. A. A., comenzó a saltar y lanzarse sobre ellos al menos tres veces. Sacrificó por aplastamiento a 19 cerdos, mientras que otros 53 quedaron malheridos, aunque finalmente también fallecieron por las lesiones traumáticas. La difusión en la plataforma Whatsapp de esas imágenes grabadas por M. R. fue lo que permitió al Seprona identificar a los autores de los hechos tras ser alertados por el dueño de la explotación ganadera, que puso la denuncia ante la Guardia Civil. Los jovenes fueron detenidos y puestos en libertad con cargos tras su declaración judicial.

Los animales muertos supusieron un daño económico de 4.740 euros, cantidad que el ministerio público reclama ahora como indemnización para los dueños de la finca, según explica Europa Press. Asimismo, reclama el pago de una multa de 4.380 euros y cuatro años de inhabilitación para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con animales, o la tenencia de estos.

PETICIÓN DESPROPORCIONADA

El abogado de M. R. ha considerado “desproporcionada” la pena solicitada para este joven, al tiempo que ha destacado que si se le acusa de haber grabado los hechos y no impedirlos “no puede ser delito de maltrato animal doméstico y de daños a la vez”. Entiende que la acusación es “manifiestamente errónea” y que se le tendría que imputar uno de los dos de acuerdo con el nuevo Código Penal. Asimismo, indica que la investigación no ha podido acreditar que ambos jóvenes se pusieran de acuerdo, subrayando que su defendido desconocía lo que iba a hacer el otro joven, que se acababa de incorporar a la explotación ganadera.