TPtarece que la comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel , está dispuesta a joder a los tabaqueros y en plena crisis. Decidir qué se hace o qué se descarta en un sector tan especial como la agricultura, y más si afecta a toda Europa, debe ser complicado. Lo mismo pasa con la Iglesia católica estos días, que ha decidido que la fiesta de Halloween no es buena para los niños, ya que, asegura, tiene un trasfondo de ocultismo y anticristianismo, por lo que ha pedido a los padres que vigilen los disfraces de sus hijos y los encaucen un poquito. Estas cosas hacen que me pregunte quiénes somos para decidir lo que está bien para los demás. Con esto del tabaco y la Iglesia he recordado una curiosa historia. Fue un español, Rodrigo de Jerez , el primer europeo que conoció y probó el tabaco y, posiblemente, el primero que lo cultivó. Estando en una expedición junto a Cristobal Colón , y cumpliendo órdenes del almirante, se adentró con otro marino, Luis de la Torre , a explorar la isla de Cuba. Allí fueron recibidos por los nativos, los indios del cacique Maniaban , que tenían una llamativa costumbre denominada cikar y que consistía en fumar unas hojas secas. El marino copió el hábito de los indios y lo llevó hasta España, algo que no sentó nada bien a la Inquisición. El Santo Oficio le acusó de realizar prácticas endemoniadas y le condenó a varios años de prisión por echar humo por la boca, una cosa que, aseguraban, sólo se podía hacer si se había tenido contacto directo con el diablo. Pero un tiempo después ese endiablado hábito no tardó en ponerse de moda entre todo tipo de clases sociales y los frailes terminaron convirtiéndose en los mejores cultivadores de tabaco en las huertas de sus conventos y sin ayudas europeas.