Quien vea este proyecto como una extravagancia para millonarios está equivocado. Es la industria del futuro". Benjamin E. Woods, uno de los miembros de la Autoridad del Puerto Espacial de Nuevo México (NMSA, en sus siglas en inglés), no parece un soñador. Es miembro de una agencia estatal que invierte 100 millones de euros de los contribuyentes de este estado fronterizo para construir un aeropuerto espacial (el coste total del proyecto es de 140 millones) que estará operativo en el 2010. Y esas cifras de inversión pública, en EEUU, son palabras mayores. Pero es que Nuevo México tiene un plan: convertirse en el Cabo Cañaveral de la industria privada del espacio. Y para ello, la "extravagancia para millonarios" es solo la base a partir de la cual crecer.

Woods habla y no para en la sede de la Universidad del Estado de Nuevo México del aeropuerto espacial. Grandes plafones muestran el diseño conjunto de una empresa de EEUU y el estudio de Norman Foster, una terminal futurista en pleno desierto, en Las Cruces. "Es difícil de creer, pero es real y está aquí", explica mientras un vídeo muestra una recreación de lo que experimentarán los turistas que paguen 140.000 euros: siete minutos en el espacio. "Puertos y aeropuertos siempre han traído desarrollo económico. Lo mismo ocurrirá con los aeropuertos espaciales", explica.

El primer paso para Nuevo México ha sido ganar la exclusividad del proyecto turístico de Virgin. El paquete incluirá hoteles de lujo en Nuevo México para el astronauta accidental y su familia, así como un entrenamiento de cuatro o cinco días a cargo de especialistas. Una de las pruebas, por ejemplo, será un test centrífugo para comprobar el límite del vómito. Pasado el cursillo, seis afortunados volarán en la nave espacial que ha diseñado la compañía de Richard Branson. Es tan seguro y al alcance, físico, de todo el mundo, asegura Branson, que cuando él vuele llevará consigo a sus dos hijos y sus padres, ya nonagenarios.

EXPERIENCIA GLOBAL A Nuevo México, Virgin le servirá para poner en el mapa su aeropuerto espacial, un moderno diseño concebido también como museo y, en un concepto tan estadounidense, como "una experiencia global sobre el espacio". A partir de los ingresos generados, la NMSA ya trabaja en otros proyectos, que se basan en crear una especie de aerolíneas de alto coste ahora que el mercado va hacia lo contrario, compañías baratas.

Según Woods, estas aerolíneas de lujo serán capaces de unir Nueva York y Londres en media hora de vuelo suborbital u orbital, a lo que habría que añadir el tiempo de despegue, alcanzar la órbita y descender. En cualquier caso, mucho menos tiempo, por ejemplo, que el Concorde. La compañía de mensajería FedEx ultima un acuerdo con Nuevo México y otros aeropuertos espaciales que permitirá, por ejemplo, enviar paquetes y mercancías desde EEUU hasta Japón en unas tres horas. Una empresa calcula que en el 2021 solo los turistas espaciales generarán más de 500 millones. El objetivo es que la iniciativa privada ocupe el lugar de la NASA.