Manuel Fraga acometió por fin la reforma de su Gobierno con relevos fieles a la dirección nacional del PP y alejados de la línea más autónoma impuesta por el dimitido Xosé Cuiña. La única sorpresa de los cambios del presidente de la Xunta es la ausencia en el Gabinete de Xesús Palmou, secretario general del PP gallego.

Las quinielas políticas se cumplieron con la salvedad de que se daba por hecho que Palmou tendría una cartera importante en el nuevo Ejecutivo, lo que no ha sucedido. Palmou consiguió unos excelentes resultados en las últimas elecciones autonómicas pese a la crisis de las vacas locas y los escándalos empresariales de Cuiña, que afloraron pocas semanas antes de los comicios.

Fraga quiere aprovechar la experiencia de Palmou para preparar las próximas municipales de mayo, que se presentan muy duras para el PP tras la tragedia del Prestige y la imagen de descomposición que ofrece el partido en Galicia. Palmou tuvo, al menos, dos conversaciones con Fraga en esta semana, en las que acordaron que lo más importante ahora son las municipales, informa Mercedes Jansa.

LA FACCION DE CUIÑA, BARRIDA

Los cambios en el Gobierno de la Xunta se limitan a cuatro y todos los consejeros entrantes tienen comparten su proximidad a Palmou y su afinidad a la dirección nacional del PP y, en concreto, al vicepresidente primero del Ejecutivo central, Mariano Rajoy.

El más llamativo de los cambios es la incorporación del director general de Correos, Alberto Núñez Feijoo, a quien le corresponderá el puesto que dejó vacante Cuiña: la Consejería de Obras Públicas. El diputado lucense y vicesecretario general del PPdeG, Xosé Manuel Barreiro, será nombrado responsable de Medio Ambiente, puesto en el que sustituye a Carlos Del Alamo, uno de los políticos con más responsabilidad en el caso Prestige .

Por su parte, María José Cimadevila, actual secretaria general de la Consejería de Justicia e Interior, será la titular de Asuntos Sociales, mientras que la diputada Pilar Rojo encabezará el área de Mujer y Familia en sustitución de Manuel López Besteiro.

AJUSTE DE CUENTAS

Los partidos de oposición en Galicia se mostraron ayer muy críticos con los cambios. El líder del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, consideró que la remodelación está "a años luz" de las necesidades de Galicia. Según Touriño, los cambios responden a un "ajuste de cuentas", sumado a una recomposición por motivos electorales, y a una "venganza interna". Por su parte, el coordinador del BNG, Anxo Quintana, declaró que Aznar castiga a Galicia "con un Gobierno de tercera regional".