Antes de pisar suelo francés, los inmigrantes no solo deberán conocer la lengua de Molière, sino también los símbolos de la República, especialmente La Marsellesa , el himno nacional. La decisión ha sido anunciada por el ministro de Inmigración, Brice Hortefeux, en unas jornadas celebradas en la ciudad de Vichy, ubicada en el centro de Francia.

Con la elección de la que fuera sede del Gobierno colaboracionista con la Alemania nazi para debatir sobre las políticas de integración en Europa, Hortefeux ha querido despojar a la ciudad de su estigma. Una apuesta voluntariosa que no ha hecho otra cosa que recordar un pasado embarazoso y subrayar la paradoja de abordar en este lugar una cuestión tan delicada. Sobre todo, porque en tiempos de crisis se incrementa el atrincheramiento frente a la llegada de extranjeros.

EXAMEN DE FRANCES Francia intenta compensar su política restrictiva y de persecución de la inmigración ilegal --este año las expulsiones han aumentado un 80%-- con medidas para facilitar la integración. El conocimiento de la lengua francesa es considerado "imprescindible" tanto para los inmigrantes que logran un permiso de residencia por motivos profesionales como para los familiares que quieran reunirse con ellos. Los aspirantes a entrar en Francia deberán demostrar primero --en una entrevista en la embajada-- sus capacidades profesionales y lingüísticas.

Hortefeux ha añadido ahora a estos requisitos la letra de La Marsellesa . Después del escándalo originado por los pitidos que recibió el himno nacional en un partido amistoso de fútbol entre Francia y Túnez, el ministro juzga necesario "hacer pedagogía" explicando a los inmigrantes "de dónde viene el canto, qué significa y los valores que vehicula".

El aprendizaje de los símbolos republicanos forma parte de un paquete de medidas destinadas a facilitar la integración. A partir del la semana que viene, se experimentará en 12 departamentos la puesta en marcha de la llamada escuela abierta, destinada a los padres de familia extranjeros. A partir del próximo mes de diciembre, los cursos de francés y de los valores de la República se podrán realizar también en el país de origen. Otros dispositivos, como la implantación de un pasaporte de ciudadanía, están en fase de discusión.

INMIGRACION "ELEGIDA" Dentro de su política de "inmigración elegida", el Gobierno del presidente Nicolas Sarkozy ha firmado acuerdos de cooperación --que incluyen generosas sumas para el desarrollo-- con países africanos a fin de filtrar a los extranjeros desde el origen. Una práctica que no deja de ser polémica por llevar implícita una cierta discriminación bajo el paraguas de unos poco definidos criterios profesionales.