Francisco Javier Arce Montes, asturiano de 54 años, se sentó ayer en el banquillo de los acusados --mostrándose entre ausente y desinteresado-- del Tribunal de lo Criminal de Rennes (noroeste de Francia) para responder por la violación y asesinato de la niña británica Caroline Dickinson, de 13 años.

El suceso ocurrió el 18 de julio de 1996. La menor fue encontrada asfixiada en un albergue escolar de la localidad de Pleine-Foug¨res, en el noroeste de Francia. Caroline estaba de vacaciones cuando fue atacada por un hombre que entró en su habitación durante la noche.

DETENIDO EN MIAMI Arce fue arrestado varias veces, por deambular en torno a un grupo de chicas en un albergue de Saint Brieuc y entrar en el dormitorio de unas jóvenes irlandesas alojadas en el castillo de La Hercerie, en la localidad de Croix-en Touraine, en 1994. Detenido el 13 de marzo del 2001 en Miami por exhibicionismo y agresión sexual, un agente de inmigración observó que estaba buscado en Francia. Se le hizo la prueba del ADN, que confirmó su relación con la agresión.

Ayer, después de declarar que no comprendía el francés, el presunto homicida se presentó con desgana y un aire ausente: "Soy Francisco Javier Arce Montes, nacido el 14 de marzo de 1950, vivo en España y soy camarero". El acusado se enfrenta a una pena de cadena perpetua. Su defensor sólo reconoce la agresión sexual, pero no el asesinato.

Los abogados de Arce intentaron suspender el juicio alegando que no habían podido preparar su defensa en las condiciones debidas, porque estuvo internado en Fresnes (en las afueras de París) desde octubre hasta el pasado 1 de junio. Sin embargo, el tribunal decidió continuar adelante con la vista.