El Consejo de Estado, la más alta jurisdicción francesa, ha validado la decisión médica de interrumpir los tratamientos que hasta ahora estaba recibiendo Vincent Lambert, un hombre tetrapléjico y que estaba en estado vegetativo desde hace 10 años. Los padres del hombre se oponían, sin embargo, a esa decisión.

El Consejo de Estado ha dado la razón finalmente a los médicos del Hospital Universitario de Reims que habían decidido de forma colegiada interrumpir los cuidados a Lambert el pasado 9 de abril con tal de poner fin a «un encarnizamiento terapéutico» sobre un paciente que se había convertido en un símbolo sobre el fin de la vida en Francia.

La decisión ha sido rechazada por una parte de la familia, entre ellos, sus padres, católicos ferozmente contrarios a la eutanasia pasiva. En cambio, la esposa del paciente sí la apoyaba.

La decisión del Consejo de Estado, que se hizo pública ayer, no supone, de todos modos, el epílogo de la batalla judicial que está en curso desde hace seis años: los abogados de los padres de Lambert, un enfermo de 42 años que quedó tetrapléjico por un accidente de tráfico, han anunciado que pondrán dos recursos ante las instancias internacionales.