Los aficionados a la montaña saben que el tiempo --incluso en verano-- es siempre traidor. No vale que la mañana sea soleada y tibia. Puede que por la tarde se declare el peor de los temporales. Por eso, saben los montañeros, hay que llevar siempre encima ropa de abrigo. Los bomberos de la Generalitat no pudieron precisar ayer si este era el caso de las dos hermanas barcelonesas, Marta y Núria I.M., de 45 y 43 años, que el sábado, en pocas horas, murieron congeladas tras verse sorprendidas por una intensa nevada.

Las dos formaban parte de un grupo de cinco --cuatro mujeres y un hombre, de entre 61 y 43 años--, que se desorientó durante el descenso, después de haber culminado el Puigmal. El tiempo apacible cambió súbitamente al mediodía --como ya habían advertido los servicios meteorológicos-- y dio paso a un fuerte temporal de nieve y viento. La visibilidad era prácticamente nula.

Fueron víctimas de una borrasca, que ayer se intensificó aún más en la mitad norte de España, con nieve por encima de los 1.000 metros de altura en el Pirineo. Como consecuencia, los bomberos de la Generalitat tuvieron que realizar un centenar de salidas por avisos de viento.

En Cantabria, el temporal provocó más de un centenar de intervenciones la mayoría por inundaciones en calzadas y casas; en Baleares, el puerto de Mahón estuvo cinco horas cerrado por el fuerte viento, mientras que en Navarra y en el País Vasco había alerta naranja por lluvia y peligro de inundaciones, informa Efe.