"Fue por las raíces, la sangre, ¿qué otra cosa?", dice María Alejandra Fernández Dabouza sobre su decisión de adquirir la nacionalidad española. Y lo dice justo ella, una estrella de la selección argentina de baloncesto que muchas veces fue tentada para jugar en equipos de Valencia y Canarias, pero que decidió permanecer en Buenos Aires, donde sigue viviendo.

Su abuelo materno era de origen vascofrancés. Ella nació en 1976, pocos meses después de su muerte, pero su madre siempre le habló de aquel inmigrante que llegó al país suramericano con los bolsillos vacíos y empezó con un quiosco de diarios en la provincia de Santa Fe. Y fue esa razón "sentimental", más allá de cualquier otra consideración, como podrían ser los temas laborales, la que la llevó a gestionar su pasaporte español.

Bajo el lema Che y olé, participó en una campaña organizada para que los jóvenes argentinos nacionalizados pudiesen votar en las elecciones españolas. Además, jugando con su selección de baloncesto femenino, ha competido varias veces contra la de España. "Es una cuestión especial. Y además, ellas casi siempre nos ganan", afirma. ABEL GILBERT