El incendio forestal de Llutxent (Valencia) ha quemado ya 3.003 hectáreas de seis municipios, obligado a desalojar a más de 2.600 personas y afectado a unas 40 viviendas de urbanizaciones de Gandia, aunque la Generalitat Valenciana mantenía ayer tarde «un moderado optimismo» sobre su evolución en las próximas horas.

Precisamente a última hora de la tarde de ayer continuaban activos los dos frentes del incendio, que lleva activo desde el lunes, y aunque soplaba el viento, el aporte de calor ya no era tan alto como el martes y había una carga de humedad que hace pensar en un posible control del fuego.

OPTISMISMO // El director general de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, José María Ángel, explicó que estas circunstancias «nos hacen pensar que podemos ir a un umbral de dominio sobre la evolución del fuego» y su «perimetraje».

En la zona del incendio trabajan 28 medios aéreos y más de 700 terrestres, entre forestales de la Generalitat, bomberos de los consorcios provinciales de Valencia, Castellón y Alicante y bomberos del parque de València, así como miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Mientras tanto los vecinos desalojados esperan con incertidumbre y nerviosismo en las zonas de seguridad habilitadas por la Guardia Civil poder regresar a las viviendas para conocer su estado. Según informó el Ayuntamiento de Gandia en su cuenta de Twitter, los técnicos municipales han podido acceder esta mañana a alguna de las zonas de Montepino, Montesol y Las Cumbres para hacer una primera valoración de los daños, y han calculado que el fuego ha afectado a cerca de 40 viviendas.

El consistorio ha habilitado dos puntos de realojo, el Espai Baladre y el Centro de Convivencia de Corea, y ha instalado en el primero de ellos un punto de información para los vecinos afectados para informarles sobre la situación de las viviendas, y se ha activado un grupo de Whatsapp en el número 673312040.

Asimismo, el Ayuntamiento ha informado de que ha puesto en marcha una brigada de veterinarios que recorren la zona del incendio para recoger los animales, y los que lleven chip se comunicará a los propietarios.

EMERGENCIA // El Ayuntamiento de Gandia ha acordado por unanimidad de los grupos municipales solicitar al Gobierno la declaración de emergencia de las zonas dañadas por el incendio de Llutxent así como ayudas económicas por daños y la apertura de líneas de préstamos preferenciales subvencionadas por el ICO.

Esta declaración se pide para la zona Marxuquera Alta y las urbanizaciones de Montesol, Montepino, Las Cumbres y la Ermita y «al resto de zonas que resulten dañadas» por el incendio.

El president de la Generalitat, Ximo Puig, afirmó que la situación del incendio es estable a pesar de las dificultades y las previsiones son favorables, pero alertó de que puede cambiar el viento y pidió mucha prudencia para preservar la seguridad de las personas. Puig, que se reunió ayer tarde con la alcaldesa de Gandia, Diana Morant, para tratar la situación de la zona afectada por el incendio en este término municipal, destacó que se está trabajando «dejándose la piel para cuidar el patrimonio de todos».

Además, lo más importante, explicó el president, es la seguridad de las personas, de los pilotos y de los profesionales que están trabajando en el terreno en unas condiciones climatológicas «horribles» con golpes de calor.

La organización ecologista WWF considera «urgente» cambiar el enfoque en la lucha contra los incendios y apostar por la prevención para crear un paisaje menos vulnerable al fuego, y Greenpeace reclamó una mayor planificación para evitar episodios de emergencia social ante los grandes incendios forestales como el de Llutxent.