Dos personas fallecieron ayer como consecuencia del temporal que se cebó en la costa valenciana y las Baleares. En el puerto palmesano de Portitxol, el capitán de un barco de limpieza de la Autoridad Portuaria de Baleares murió atrapado en la cabina cuando, por un golpe de mar, la embarcación volcó. Mallorca vivió durante una hora una tempestad que atravesó la isla de oeste a este y afectó a la capital y a los municipios de Calvi y Andratx, donde se registraron vientos de hasta 100 kilómetros y lluvias de 23 litros por metro cuadrado.

En Andratx, una vivienda se quedó sin paredes debido a la fuerza del viento y, en Palma, el temporal rompió todos los cristales de una entidad bancaria, además de llevarse por delante toldos, mesas y otros utensilios del mobiliario público.

La segunda víctima mortal del temporal se produjo en Jaén. Una joven de 25 años murió ahogada cuando el vehículo en el que viajaba se salió de la carretera debido a la fuerza del agua. El vehículo cayó a un canal de riego en Pago de Valdecañas.

En Dénia (Alicante) los daños los produjo un tornado que llegó del mar al amanecer y que durante cinco minutos arrasó todo lo que encontró a su paso. En el puerto, volcó varios contenedores y estrelló un yate en reparación contra el suelo. Arrancó postes de electricidad y dejó a las urbanizaciones de la costa sin suministro eléctrico, además de arrancar árboles de cuajo, derribar muros y dejar tres carreteras intransitables. El tornado descargó 30 litros de agua por metro cuadrado en medio de vientos de hasta 200 kilómetros por hora.

La tormenta se desplazó después hacia El Verger, donde la pared del cine de verano se desplomó sobre algunas viviendas. En X bia y Pego los estragos fueron cuantiosos con garajes inundados y árboles derribados. El fenómeno, que según técnicos de la Universidad de Palma tenía una intensidad 2 (de una escala que va desde 0 a 5), perdió fuerza al dirigirse hacia el interior, aunque aún pudo causar destrozos.

EL EFECTO EN CATALUÑA

El litoral catalán estuvo pendiente durante todo el día de ayer de unas lluvias que, salvo excepciones, fueron menos intensas y menos extensas de lo que podría suponerse tras los avisos de los servicios meteorológicos. Realmente llovió, en ocasiones con mucha fuerza --como en el sur del Vall¨s, zonas del Maresme y Badalona--, pero lo peor sin dudas se lo llevó el mar, con una sucesión de activas tormentas durante la jornada a pocos kilómetros de la costa. Aunque las precipitaciones más intensas se esperaban por la mañana, llegaron por la tarde.