El diagnóstico y tratamiento de las enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco absorben el 15% del presupuesto del Ministerio de Sanidad, según calcula la Comisión Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT). Dicho presupuesto asciende a 100.000 millones de euros anuales, de los que 15.000 financian las 29 enfermedades que son consecuencia directa o indirecta del consumo de cigarrillos. La asistencia a los fumadores pasivos consume otros 500 millones de euros.

Las enfermedades coronarias que afectan a los fumadores requieren 3.600 millones anuales del presupuesto sanitario, seguidas de la asistencia a quienes sufren enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que precisan otros 3.000 millones. Los trastornos cerebrovasculares, con 710 millones, y el cáncer de pulmón, al que se destinan 163 millones, figuran en este presupuesto anual por consumo de tabaco.

Entretanto, mañana está previsto que se debata en el Congreso de los Diputados si se toma en consideración la proposición no de ley de reforma de la actual ley antitabaco, presentada por los grupos parlamentarios del PSOE, ER, IU e ICV. Esta modificación legal supondría prohibir fumar en cualquier establecimiento público, acabando con la excepción que la ley permite hacer en los bares o restaurantes de menos de 100 metros cuadrados de superficie. La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, avanzó ayer su parecer de que "ningún partido político" votará en contra del nuevo texto legal.