El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, reiteró ayer su determinación de que la ley vete la posibilidad de abortar en el caso de que el feto sufra algún tipo de "discapacidad". Pese a que varias voces en el PP han puesto en duda esta prohibición y Rajoy ha admitido que un asunto tan espinoso como impedir interrumpir un embarazo a una madre que va a traer al mundo un bebé con una enfermedad grave "está debatiéndose", Gallardón defendió ayer que el Ejecutivo apruebe una reforma que situaría a España entre los países con una ley más restrictiva.

Si bien introdujo un matiz importante en su discurso. Si hasta ahora había mencionado indistintamente las palabras "malformación" o "discapacidad", ayer se decantó por esta última para impedir las interrupciones del embarazo. "Jamás" podrá darse, manifestó en el Senado, un aborto "por razón de discapacidad de una persona porque eso significaría crear ciudadanos de primera y de segunda". El cambio podría indicar que se baraja admitir el aborto en el caso especialmente graves, pero no en el caso, por ejemplo, el síndrome de down.