Un gallego, vecino de la localidad de Ordes (A Coruña), tuvo que ser rescatado del interior de un pozo tras salir desorientado de un club de alterne. El hombre acudió a una casa de citas que hay en la carretara N-550 en la madrugada del lunes y, al salir, perjudicado por el alcohol empezó a andar en dirección contraria a su casa. En el local estuvo hasta la una de la madrugada, donde le sirvieron "veneno puro", explica a 'La Voz de Galicia'. Veneno a base de cervezas y unos gintónics, cuenta. "Creo que me dieron garrafón, y por eso me despisté", razona, aunque admite que esta situación ya le "ha pasado más veces". Una argumentación con la que algunos han recordado al también gallego José Tojeiro, el fallecido autor de la frase: "Me echaron 'droja' en el Cola Cao".

Despistado como andaba, las piernas le aguantaron unos dos kilómetros -en dirección contraria-. El frío le hizo buscar un cobijo y lo encontró cerca de una casa, en un pequeño pozo, más bien un lavadero. El hombre, sexagenario, cayó dentro y no fue capaz de salir. Ahí permaneció hasta que el propietario de la vivienda alertó a la policía local después de escuchar los gritos de Manolo, el despistado cliente habitual de un club de alterne de la N-550. El dueño de la casa pensó que le querían robar hasta que salió de ella y vio que el hombre estaba "remamao", explica a la Telvisión de Galicia.

Los agentes de la policía consiguieron rescatar a Manolo, no sin esfuerzos. Tras la actuación policial y antes de coger un taxi de vuelta a casa, el hombre espetó a los policías: "La vida son dos días y hay que vivirla".