El crecimiento del gasto farmacéutico sigue desbocado y lleva camino de convertirse en el principal punto negro de la gestión de la ministra Ana Pastor. Todas las CCAA registraron en el 2003 un aumento del gasto superior al 12%, muy por encima del objetivo fijado por el Gobierno, que pretendía que el aumento de la factura pública en medicamentos no superase el del producto interior bruto (PIB) anual, en torno al 6,5%.

El imprevisto resultado también ha rebasado el aumento máximo de un 9,5% fijado en los acuerdos con la patronal de los laboratorios Farmaindustria. Además, los datos provisionales revelan una "subida disparatada y anormal" superior al 20% en algunas autonomías.