Localizada en el extremo noroeste de Extremadura, Sierra de Gata es un macizo montañoso que constituye la estribación más occidental del Sistema Central, formando un gran escalón natural que delimita al norte la alta meseta castellano-leonesa y al sur la penillanura cacereña. Las cumbres rebasan los 1.500 metros (cota máxima, La Bolla, 1.519) y suponen la divisoria de las cuencas hidrográficas del Duero y del Tajo.
La alineación topográfica da nombre a la comarca de Sierra de Gata, de unas 125.000 hectáreas de extensión, que limita al norte con Salamanca, al sur con vegas del Alagón, al este con Las Hurdes y al oeste con Portugal.
Los principales cauces que surcan el territorio son los ríos Arrago (afluente del Alagón) y Erjas (tributario del Tajo), que marca perfectamente la frontera portuguesa a lo largo de todo su curso. Los embalses mayores son el de Borbollón, Cervigona, y el Rivera de Gata. Como curiosidad, Sierra de Gata alberga el único río extremeño de la cuenca del Duero, el Malavao o Malena, que surca el extremo norte de los términos de Robledillo y Descargamaría.
La vegetación natural de Sierra de Gata la representan formaciones de roble melojo o rebollo: robledales o rebollares que normalmente aparecen a partir de los 700-800 metros, aunque por la influencia orográfica, en la zona se dan en puntos de menor altitud y humedad. Sobre enclaves aún más selectos en profundidad de suelo y humedad, se dan bosques de castaño, roble y enebro, cuyas formaciones (enebrales) son muy escasas en Extremadura, siendo las de Sierra de Gata de notable extensión, asentadas sobre abruptos roquedos de pizarra. Especialmente relevantes resultan el castañar del puerto de Santa Clara, en San Martín de Trevejo, y el enebral de Descargamaría.
Junto a estas formaciones aparecen encinas, alcornoques y pinos resineros: éstos han ocupado enormes superficies de cultivo forestal como especie introducida desde mediados del siglo XX, que no han cumplido sus expectativas sociales ni económicas, debido a la constante sucesión de incendios. Casi cada año arden miles de hectáreas de monte, cuya imagen hoy es la de extensas superficies de matorral de invasión o sustitución. En ciertas áreas poco alteradas, cada vez más escasas, aún se conservan arbustos nobles como el madroño, durillo, labiérnago... algunos de singular rareza y significación botánica en la región, como el brezo de Turbera, arce menor, endrino, cerezo silvestre, acebo, avellano, abedul... Asociada a los cauces fluviales se aloja una vegetación que forma bosques-galería de especies como el aliso, fresno, sauce cabruno, chopo negro...
La fauna de Gata es rica y variada. Entre los peces destacan la colmilleja, el calandino, bermejuela, barbo común.... Los más representativos son la trucha común, y el cacho, exclusivo del río Malavao, en Extremadura. Entre los anfibios y reptiles, figuran la rana patilarga, salamandra, lagarto verdinegro y lución. Dentro de las aves viven las comunidades de insectívoros adaptadas al bosque (herrerillo capuchino, trepador azul, agateador común, carbonero garrapinos, entre otros), los ligados al hábitat montano: roquero rojo, escribano hortelano, colirrojo real, totovía..., o bien al medio acuático: martín pescador, mirlo acuático, lavandera...
RAPACES
Entre las rapaces destacan el águila calzada, águila culebrera, milano real, milano negro, halcón peregrino, águila real, cárabo, autillo, búho real, buitre negro..., y sobresale el halcón abejero, por su rareza en la región, ya que es una especie propia del centro de Europa, y regenta en Sierra de Gata su principal área de estancia y reproducción.
Al sur de la sierra descansa el embalse de Borbollón, paraíso de aves como la garcilla bueyera, la garceta común, el martinete..., y la cigüeña blanca, agrupada en una colonia en la isla central del pantano, núcleo de más de 1.500 grullas en invierno. Entre los mamíferos, los dos grandes superpredadores ibéricos: el lobo y el lince, más el gato montés, jineta, garduña, zorro y la nutria.
La protección legal del espacio es escasa, pero hay una propuesta de Lugar de Importancia Comunitaria para la futura Red Natura 2000 que afectan a la cuerda montañosa y tramos fluviales.
