La Generalitat ha abierto un expediente sancionador a Repsol Química por el vertido tóxico al río Francolí que causó la muerte de miles de peces, después de que los técnicos hayan detectado deficiencias en el diseño del sistema de recogida de aguas residuales y una falta de mantenimiento de las conexiones. En un comunicado el Gobierno catalán informa de que el departamento de Innovación, Universidades y Empresa ha abierto un expediente sancionador a Repsol Química por este vertido de aguas residuales, ocurrido el pasado 6 de febrero por la rotura de una manguera de las instalaciones de la compañía en El Morell (Tarragona).

La decisión se ha tomado tras analizar el informe de Repsol Química y después de que los técnicos de la Subdirección General de Seguridad Industrial hayan comprobado que la causa del accidente fue "una mala práctica", puesto que se produjeron dos deficiencias. Por un lado, han detectado que hubo un fallo en el diseño del sistema de recogida de aguas residuales al existir, sin que la empresa tuviera conocimiento, una conexión directa al río Francolí de una parte de las instalaciones.

Por otra parte, también han observado una "falta de mantenimiento de las conexiones flexibles de trasvase de las aguas residuales del tanque", lo que "impidió detectar la falta de estanquidad de la conexión y la posterior corrosión que, finalmente, ocasionó la rotura de la manguera". La Generalitat exige por ello a la empresa la revisión completa del sistema de recogida de aguas de la planta de El Morell, para así garantizar que no se repita el accidente, y un plan de mantenimiento específico de las conexiones flexibles.

Los trámites del otro expediente, abierto por la Agencia Catalana del Agua, siguen su curso. El derramamiento de aguas residuales, que contenían fenol, se produjo el pasado 6 de febrero durante las maniobras de transporte del líquido hasta la planta de tratamiento. El accidente provocó la muerte de más de 1.200 kilos de peces, mayoritariamente anguilas y carpas, por falta de oxígeno, y obligó a la compañía municipal de aguas de Tarragona, Ematsa, a cortar inmediatamente la captación de agua a través de la mina afectada.