La consejera de Salut, Marina Geli, aludió ayer, por primera vez, al brote infeccioso por el virus de la hepatitis C detectado en la unidad de hemodiálisis infantil del Hospital de Vall d´Hebron, de Barcelona, y lo atribuyó a "un error humano involuntario", del que será "imposible" esclarecer cuándo ocurrió y quién lo causó. El contagio hepático ha afectado a tres niños de entre 3 y 12 años.

La responsable de Salut aseguró que el hospital ha revisado exhaustivamente todos los protocolos y no ha encontrado nada que permita establecer el origen de la infección. "Hay una responsabilidad colectiva" en el contagio pero "no se conoce ni la persona, ni el momento" en que se produjo la infección, afirmó.

Tal y como ya hizo la dirección de Vall d´Hebron, descartó que el origen esté en un error de las máquinas con las que se realiza la diálisis: "Han mejorado tanto los filtros que controlan la posibilidad del paso de gérmenes que podemos afirmar que la infección no se ha dado en esos aparatos". También insistió en que la dotación de personal está por encima de la media.