La Generalitat se ha hecho cargo de la custodia de un bebé de nueve meses de Llançà (Alt Empordà) que el martes pasado tuvo que ser atendido en el Hospital Comarcal de Figueres con algunas heridas y hematomas en la cara. El menor ha ingresado en un centro de acogida de la Dirección General de Atención a la Infancia mientras se investiga si ha sido víctima de malos tratos.

La policía municipal de Llançà detuvo a los padres, una pareja de Barcelona, el lunes por la noche. Los agentes se presentaron en su piso tras recibir un aviso de que el matrimonio se estaba peleando. Cuando llegaron, encontraron al padre en la escalera del bloque y le acompañaron hasta la vivienda para saber qué había pasado. Allí continuó gritando y discutiendo con la mujer, a pesar de la presencia de los municipales.

Al parecer, ambos estaban bajo los efectos del alcohol. La madre llevaba al bebé, que lloraba sin parar, en brazos y abrigado con una manta. Los policías comprobaron que tenía arañazos en la cara y golpes en una ceja y en un ojo, según publicó ayer El Punt . Los padres se limitaron a decir que fue un accidente.

Ante la sospecha de que había sido agredido, los agentes lo llevaron al médico y, tras una exhaustiva revisión, se determinó que las lesiones podrían haber sido causadas por malos tratos y lo trasladaron al hospital. Los padres, tras prestar declaración, están libres con cargos.