La detección por medio de pruebas genéticas de la predisposición a sufrir hipertensión o determinadas alteraciones cardiacas permitirá en el futuro diseñar los tratamientos cardiovasculares de forma personalizada, aseguró ayer en Barcelona el doctor Eugene Braunwald, profesor de Medicina de la Universidad de Harvard, en Massachussets (EEUU), que participa en el segundo Simposio Internacional Esteve de Cardiología, al que acuden mil especialistas.

Esas técnicas, añadió, reducirán el gasto sanitario, ya que será posible detectar de forma precoz una futura hipertensión y aconsejar medidas correctivas, o seleccionar la terapia que resulte más adecuada a cada individuo, sin necesidad muchas veces de recurrir a medicamentos costosos.